El impasse Mallet-Stevens: el triunfo de la línea recta entre la marea haussmaniana del 16ème parisino

María Paula Muzzachiodi
4 min readMay 25, 2023

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Formas simples, curvas pronunciadas y una tipografía de ensueño: les doy la bienvenida a este impasse parisino creado por Robert Mallet-Stevens en 1927 “para vivir y descansar”.

La entrada del impasse. Foto propia.

Un arquitecto que murió joven, del que no abundan registros ni edificios, tiene una calle que lleva su nombre en París intramuros. Se trata de Robert Mallet-Stevens, a quien he mencionado anteriormente por ser el creador de la Villa Cavroix, en Croix.

Cartelería pública. Foto propia.

Nació en París en 1886 en el seno de una familia de coleccionistas de arte, y se formó en la Escuela de Arquitectura de París. Formó parte de los precursores del movimiento modernista de comienzos del siglo XX en París junto a figuras como Le Corbusier y Charlotte Perriand.

La residencia de los hermanos Martel. Foto propia.

Robert Mallet-Stevens, que en 1929 cofundó la Union des artistes modernes (UAM) junto a los ya mencionados Le Corbusier y Charlotte Perriand, además de Jan y Joël Martel, Jean Prouvé y Pierre Jeanneret, era adepto a los preceptos estéticos de un movimiento que abarcaba la arquitectura, el diseño y la escultura monumental. El movimiento moderno se basaba en un enfoque despojado de la decoración, en desacuerdo con los valores burgueses tradicionales.

Las casas ideadas por Mallet-Stevens. Foto propia.

La decoración simplificada del Art Déco, para el que “los volúmenes cuentan más que los detalles constructivos”, realzaba la funcionalidad del diseño industrial y la renovación de la propia estructura, gracias al hormigón y al metal. Destacan las grandes entradas de luz y las formas simples, poniendo la arquitectura al servicio del hombre, y no al revés.

Las casas ideadas por Mallet-Stevens. Foto propia.

Pero ¿cómo es que una calle lleva su nombre?

En 1924, Robert Mallet-Stevens conoció a Daniel Dreyfus, banquero y heredero de una familia de comerciantes. Juntos, Mallet-Stevens y Dreyfus, que poseía un terreno de 3827 m2 detrás de su mansión privada de la rue de l’Assomption, concibieron un vasto proyecto arquitectónico, único en su género. El empresario convenció a sus parientes, artistas adinerados, para que invirtieran en un condominio diseñado a escala de una calle.

Vista desde la entrada del impasse. Foto propia.

Mallet-Stevens diseñó un complejo totalmente homogéneo, sin comercios y alejado del ruido, enteramente dedicado a la vida diaria y la tranquilidad. Todo fue diseñado por el arquitecto, desde el mobiliario urbano hasta la decoración interior, adoptando un concepto abarcativo del arte del proyecto del Palais Stoclet en Bruselas. Cabe destacar que Adolphe Stoclet, dueño del Palais, era tío de Mallet-Stevens, así que el joven arquitecto pudo familiarizarse de primera mano con los preceptos de su autor, el líder de la Sezessionsstil Josef Hoffman. La decoración interior del Palacio fue realizada por nada más y nada menos que Gustav Klimt. Pero, por hoy, continuemos con la rue Mallet-Stevens y dejemos el Palais Stoclet para un próximo paseo.

Los afortunados habitantes del impasse

Extracto de reporte de prensa sobre la inauguración del impasse, cortesía de los archivos de la Bibliothèque Nationale de France. Y aquí se pueden apreciar fotos de la inauguración del impasse.

Los inversores y primeros residentes de la rue Mallet-Stevens fueron el cineasta Allatini en el Nº3/5, el pianista Reifenberg en el 4, André Dreyfus en el 7 y los hermanos escultores Joël y Jan Martel en el 10. En el Nº1 encontramos lo que originalmente fue pensada como la casa del gardien de la calle:

Foto propia.

En la actualidad, no todos los edificios del impasse son obra de Mallet-Stevens ya que algunos fueron demolidos y se construyeron nuevas edificaciones pensadas en armonía con el entorno.

Cartelería pública. Foto propia.

El dato

Al igual que la Villa Cavrois, una de las casas de la rue Mallet-Stevens también estuvo tomada por soldados nazi. En este caso, fue la mismísima Gestapo la que tomó la casa de la familia Allatini (Nº3–5) e instaló un anexo a su sede principal de la rue Lauriston.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hélène y Éric Allatini acogieron a refugiados en su casa y les ayudaron clandestinamente. Fueron detenidos el 13 de octubre de 1942 allí mismo y, tras unos meses de encarcelamiento en Francia, fueron trasladados a Auschwitz, donde fueron asesinados.

A diferencia de la Villa Cavrois (hasta donde sabemos), en París la atrocidad fue más allá: se sabe que las habitaciones de este anexo funcionaron como lugar de tortura y asesinato.

Hoy, los restos de Mallet-Stevens reposan cerca de su calle, en una tumba familiar en el cementerio de Passy, el más chic de la ciudad luz.

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María Paula Muzzachiodi

Argentina en Francia | Traductora de inglés + Content writer free-lance | Fan de la pop culture, la arquitectura y la política