Cinco edificios racionalistas en Buenos Aires (que también me gustan)

María Paula Muzzachiodi
6 min readJun 8, 2021
Hospital Naval Dr. Pedro Mallo — Foto tomada por mí

Así como hubo una lista de edificios parisinos que me gustan, Buenos Aires también tiene la suya. La capital argentina tiene el encanto de ser una conjunción de culturas que alberga desde fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y esto se ve reflejado en sus fachadas antiguas. Pero también encontramos todos los vestigios de una capital latinoamericana moderna en sus torres altísimas. Creo fervientemente que no tiene nada que envidiarle a ninguna capital europea -es más, cualquier capital europea envidiaría su vida de 24 horas que no paran, a pesar de la pandemia.

A mi parecer, Buenos Aires, con su mezcla de arquitecturas entrelazadas por el cableado tan típico de Argentina, sus medianeras y su arte urbano por doquier, es una ciudad mágica. Y es dentro de toda su variedad arquitectónica que he encontrado algunas joyas racionalistas que quise destacar.

El racionalismo, también conocido como movimiento moderno, es una corriente arquitectónica que se caracteriza por priorizar la funcionalidad de un edificio por sobre su belleza. Se utilizan materiales nobles y duraderos como el hormigón armado, la madera y el hierro, y se rompe con movimientos anteriores al dejar de lado la ornamentación pesada. No incluí un clásico absoluto como lo es la Biblioteca Nacional porque, aunque sea una de las pocas obras de esta lista a las que he podido entrar, no me interpela como las otras.

Muy a mi pesar, no pude incluir al gran Kavanagh por no ser parte de esta corriente, pero quiero destacar que es mi preferido en toda la Capital (y creo que del mundo) por su emplazamiento privilegiado en Retiro, sus formas imponentes y los mitos detrás de su historia.

¡Allá vamos!

1. Edificio de la Central del Automóvil Club Argentino (ACA) | Palermo Chicno | 1942

Arquitectos: Jorge Bunge, el estudio Jacobs, Giménez y Falomir, Héctor Morixe, y el estudio Sánchez, Lagos y de la Torre

El Edificio de la Central del ACA nos sorprende al caminar por la Avenida Libertador desde la Facultad de Arquitectura. Esta mole de doce pisos (más una planta baja) se encuentra frente al Museo Nacional de Artes Decorativas, tan francés -otra de las hermosas disonancias de Buenos Aires, y también es vecino de la impresionante Biblioteca Nacional de Clorindo Testa. Es un edificio de oficinas que cuenta con una biblioteca, un museo, un anfiteatro y dos salones comedor (uno para los empleados y otro para los puestos jerárquicos). En la planta baja tiene surtidores de nafta y un taller de mecánica para socios.

Esta hermosa e imponente obra es considerada como un ícono de la arquitectura racionalista en Buenos Aires. Algunos autores la toman como “pivote para la arquitectura argentina marcando “el giro de las intenciones y planteos racionalistas hacia rumbos más simbólicos”. Está incluida en el documental Konstruktion Argentina de Fernando Molnar, documental que recorre edificios argentinos que responden a la Bauhaus, la escuela racionalista alemana fundada por Walter Gropius.

Imagen tomada de cyt-ar.com.ar

2. Banco Hipotecario — ex Banco de Londres | San Nicolás| 1966

Arquitecto: Clorindo Testa (dibujante) + Estudio SEPRA (proyecto y realización)

El edificio del ex Banco de Londres es una obra de la mente maestra Clorindo Testa. Más allá de estar emplazado en la ochava de dos calles muy angostas del microcentro porteño y de estar rodeado de muchos edificios llamativos, se destaca al instante por sus formas llamativas. Esta obra también está en el documental Konstruktion Argentina.

Es un edificio de hormigón armado con columnas rectangulares altas y finas, y huecos también rectangulares que las cortan. El diseño es audaz y da la impresión de ser una continuación de la esquina: la ciudad ingresa al banco, la entrada es una desembocadura del camino del transeúnte. Lo que se logra es magnífico porque el edificio está perfectamente integrado a la imagen urbana más allá de lo angosto de sus calles. Las columnas con techos altísimos y sus pies hacia adentro se afianzan en el piso dando lugar a que el peatón circule con facilidad y que se sienta una continuidad entre el exterior y el interior, sin que el edificio resulte ni pesado ni que se nos va a caer encima.

Imagen tomada de archdaily.com

3. Hospital Naval Dr. Pedro Mallo | Caballito | 1970

Arquitectos: Clorindo Testa, Hector Lacarra y Juan Genoud

Emplazado frente al circular parque Centenario del barrio de Caballito, el diseño del edifico emula un barco; de allí su color celeste y los parasoles plásticos de color amarillo que dan sombra según la posición del sol a lo largo del día.

Las columnas blancas de hormigón juegan con las ventanas redondas (ojos de buey) y el fondo celeste de mosaicos que emula el mundo naval y el agua. Este edificio es un buen ejemplo de que, más allá de que el racionalismo rompe con la ornamentación -muchas veces exagerada- de movimientos europeos anteriores, no deja de lado los detalles decorativos que marcan la diferencia.

Foto tomada por mí

4. Embajada de Brasil, Sede Cancillería | Recoleta | 1976

Arquitectos: Olavo Redig Do Campos (anteproyecto) + Estudio SEPRA (proyecto y realización)

La Sede de la Cancillería de Brasil es una hermosa mole de balcones anchos -casi tan anchos como toda la fachada del edificio- emplazada en los comienzos de la Avenida 9 de Julio, plena zona de embajadas. Tiene nueve pisos, de los cuales siete tienen balcones que están decorados con plantas colgantes. Además, cuenta con una hermosa entrada de estilo moderno que no logré captar integrada en la foto que saqué y adjunté aquí debajo.

El dato curioso es que, al igual que el edificio del ex Banco de Londres, la obra fue dirigida por el estudio SEPRA. La trayectoria de SEPRA en Buenos Aires es inmensa: son los responsables de MUCHOS de los edificios de la Capital y del interior del país (podés leer más sobre el estudio acá).

Foto tomada por mí

5. Edificio COMEGA | San Nicolás | 1933

Arquitectos: Enrique Douillet y Alfredo Joselevich

El edificio COMEGA, llamado así porque fue un encargo de la Compañía Mercantil y Ganadera S.A., es un edificio que, a mi parecer, nos recuerda las torres neoyorquinas de oficinas con incontables ventanas. Su porte denota eficiencia y sobriedad: nada sobra pero nada falta tampoco. Los proyectistas decían “que las ideas de comodidad y eficiencia primasen sobre cualquier consideración de estilo o adorno, seguros de que si se lograba una relación exacta entre el instrumento y su función, la conformidad estética vendría por añadidura”.

Es un edificio de 19 pisos que cuenta con una terraza con un mirador con vistas increíbles de la ciudad de Buenos Aires y el río que desde el 2010 forma parte del Programa Miradores de Buenos Aires del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Creo que tiene una ubicación ideal en el borde del microcentro antes del Bajo, siendo parte de la city porteña y sus oficinas pero al mismo tiempo siento que “puede respirar” (y podemos apreciarlo mejor) gracias a la avenida.

Foto tomada de openhousebsas.org

Le Corbusier, figura referente del racionalismo, decía que “la arquitectura es el encuentro de la luz con la forma” y creo que estos ejemplos lo prueban. Sus formas se integran delicadamente al entorno, sus colores juegan con los colores de la ciudad tanto de día como de noche, y sus detalles sutiles pero fuertes nos hacen soñar con conocer cada rincón de sus interiores. O, por lo menos, a mí.

--

--

María Paula Muzzachiodi

Argentina en Francia | Traductora de inglés + Content writer free-lance | Fan de la pop culture, la arquitectura y la política